Abordaje del VPH y vacunas terapéuticas, dos grandes avances en cánceres ginecológicos



Después del cáncer de mama, el cáncer de cuello de útero es el que representa una mayor incidencia en mujeres. Su prácticamente única causa, en un 99% de los casos, es el virus del papiloma humano (VPH).


En tercer lugar en el orden de incidencia se sitúa el cáncer de ovario que, si bien es relativamente poco frecuente -en España se diagnosticaron 3.543 casos a lo largo del año 2020 -, sí cuenta con una alta tasa de mortalidad, un 56,2%. El cáncer de ovario constituye además la primera causa de muerte por cáncer ginecológico en nuestro país, debido principalmente a que en el 70% de los casos se detecta en estadios clínicos avanzados de la enfermedad.


Se empezó a trabajar hace unos años en un proceso llamado haptenización, por el que el sistema inmune del paciente de una infección vírica o de un cáncer - el de ovario en nuestro caso - reconoce e identifica como objetivo antígenos virales o tumorales. Mediante el proceso inmune generado, que incluye tanto inmunidad celular – activación de linfocitos T – como inmunidad humoral con producción de anticuerpos efectivos, se ha comprobado que se daña al virus y se destruyen las células tumorales objetivo.


En este marco de investigación se plantea en España el liderazgo de un ensayo clínico en fases I y II – clásicas en los ensayos clínicos de vacunas y medicamentos – para demostrar con la máxima calidad de procedimiento la muy probable alta mejora de las posibilidades de curación del cáncer de ovario, como tratamiento único o como adyuvante de estrategias de tratamiento ya consolidadas, mediante la aplicación de vacunas terapéuticas obtenidas por haptenización.


Por otro lado, como ya se ha citado, el cáncer de cuello de útero, que representa el 6,6% de los cánceres en mujeres, tiene como causa fundamental la infección por VPH, que constituye la enfermedad de transmisión sexual más frecuente tanto en hombres como en mujeres, con una prevalencia del 14,3% de la población española.


Se estima también que el 80% de la población lo contraerá en algún momento de su vida. Ante estas cifras es obligada la promoción de los programas de vacunación, pero también resulta de vital importancia la actuación sobre la infección. Un diagnóstico precoz y un control estrecho una vez se ha contraído el virus es fundamental para no llegar a la peor de sus consecuencias.


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Hoy los protocolos de abordaje del VPH están muy estandarizados a nivel global y el control estrecho del paciente es una garantía. En este sentido aplicar procedimientos que aceleren la eliminación del virus ha demostrado alta eficacia: los resultados del ensayo clínico PALOMA han mostrado de forma muy significativa la eficacia del gel vaginal comercializado como Papilocare para reparar las lesiones cervicales de bajo grado, el primer daño producido por el VPH en el epitelio cervical, en un 88% de las pacientes con presencia de VPH de alto riesgo, después de 6 meses de tratamiento, frente a un 56% en el grupo control. Además, también se ha demostrado un aclaramiento del VPH en el 63% de pacientes de este mismo grupo, frente a un 40% del grupo control.


Estos datos son concordantes con los resultados presentados por tres estudios independientes realizados en hospitales universitarios públicos en España y un centro médico en Italia, que reportaron una eficacia media de Papilocare del 62% en el aclaramiento del VPH de alto riesgo. Todo ello nos lleva a concluir que, entre la prevención primaria – vacunación -, la detección sistemática de portadoras y la intervención ya posible para limpiar la infección y solucionar el primer impacto sobre el epitelio del cuello uterino, contamos con herramientas que nos amplían considerablemente y de modo muy consistente el margen de actuación frente al virus.


El desarrollo de vacunas terapéuticas frente al cáncer y la opción terapéutica para eliminar el VPH constituyen dos grandes ejemplos de avance en ginecología oncológica, muy prometedores y con los que tengo la esperanza de que el escenario actual que rodea dos áreas de gran incidencia en la salud de las mujeres pueda experimentar un gran cambio a mucho mejor en el muy cercano tiempo.



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