Una de cada cuatro personas tiene efectos secundarios leves tras las vacunas contra el SARS-CoV-2



Más efectos adversos en los previamente contagiados, según un amplio estudio del King's College de Londres.


Al margen de los tan difundidos y escasos trombos o escasas complicaciones más graves, una de cada cuatro personas experimenta algún efecto secundario sistémico leve y de corta duración después de recibir una o dos dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech o una dosis de la de AstraZeneca, siendo el dolor de cabeza, fatiga y sensibilidad los síntomas más comunes. La mayoría de los efectos secundarios alcanzan su punto máximo en las primeras 24 horas después de la vacunación y por lo general duran 1-2 días.


Son los resultados del primer gran estudio a gran escala que compara las dos vacunas e investiga la prevalencia de efectos secundarios leves en el Reino Unido. El análisis se publica en The Lancet Infectious Diseases y ha sido realizado por investigadores del King's College de Londres que han utilizado los datos de la aplicación ZOE Covid Symptom Study, con 627.383 usuarios, en los ocho días siguientes a la vacunación. Han encontrado muchos menos efectos secundarios con las vacunas de Pfizer y AstraZeneca que los recogidos en los ensayos.


El estudio, efectuado entre el 8 de diciembre y el 10 de marzo, también informa de una disminución significativa de las tasas de infección de 12 a 21 días después de la primera dosis de las vacunas de Pfizer (reducción del 58%) y AstraZeneca (reducción del 39%) en comparación con un grupo de control. La caída de la infección al menos 21 días después de la primera dosis de Pfizer es del 69% y para AstraZeneca del 60%.


Los efectos sistémicos incluyeron dolor de cabeza, fatiga, escalofríos, diarrea, fiebre, artralgia, mialgia y náuseas, mientras que los efectos secundarios locales -en el lugar de la inyección- incluyeron dolor en el brazo, hinchazón, sensibilidad, enrojecimiento, picazón, calor e inflamación de las glándulas axilares. 


Reacciones más frecuentes

El 25,4% de las personas vacunadas indicaron que sufrían uno o más efectos secundarios sistémicos (excluyendo la zona donde se produjo la inyección), mientras que el 66,2% notificó uno o más efectos secundarios locales (en el lugar de la inyección). El 13,5% informaron de efectos secundarios después de su primera dosis de Pfizer, un 22,0% después de la segunda dosis de Pfizer y un 33,7% después de la primera dosis de AstraZeneca.


El efecto secundario sistémico más común fue dolor de cabeza: afectó al 7,8% tras la primera dosis de Pfizer y al 13,2% después de la segunda dosis, así como al 22,8% de las que recibieron la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca. La fatiga afectó al 8,4% y al 14,4% de los participantes después de la primera y segunda dosis de la vacuna de Pfizer y al 21,1% tras la primera dosis de la vacuna AstraZeneca.


El efecto secundario local más común fue la sensibilidad o molestia en el lugar del pinchazo: 57,2% y 50,9% después de la primera y segunda dosis de la vacuna Pfizer, y 49,3% después de la primera dosis de la vacuna AstraZeneca. Los efectos secundarios eran más comunes entre las personas menores de 55 años de edad y entre las mujeres. Los que habían pasado la infección tenían tres veces más probabilidades de experimentar efectos secundarios después de recibir la vacuna de Pfizer que aquellos sin infección previa y casi el doble de probabilidades después de la primera dosis de la vacuna AstraZeneca; también eran más propensos a experimentar efectos locales.


Menos que en los ensayos clínicos

En los ensayos clínicos de fase III de la vacuna de Pfizer, los efectos adversos más frecuentes fueron dolor en el lugar de inyección (71-83%), fatiga (34-47%) y dolor de cabeza (25-42%); sin embargo, el análisis en el mundo real encontró menos del 30% de vacunados que se quejaron de dolor en el lugar de la inyección y menos del 10% de fatiga y dolor de cabeza después de la primera dosis.


Del mismo modo, en los ensayos de fase III para la vacuna AstraZeneca, se encontraron efectos secundarios sistémicos en el 88% de los participantes más jóvenes (18-55 años) después de la primera dosis, pero los datos actuales rebajan esa cifra al 46,2% después de la primera dosis. Si bien las tasas de efectos secundarios fueron mucho más bajas de lo esperado, las tasas de infección después de la vacuna fueron tranquilizadoras después de dos o tres semanas y en línea con los resultados de ensayos anteriores y de datos recientes del programa de vacunación israelí.


Según Tim Spector, científico principal de la aplicación ZOE COVID Symptom Study y profesor de epidemiología genética en el King's College de Londres, "los resultados muestran hasta un 70% de protección tres semanas después de una sola dosis, lo que es una noticia fantástica, especialmente porque más personas han recibido ya sus segundos pinchazos".


Y Cristina Menni, primera autora del estudio del King's College, comenta que "nuestros resultados respaldan la seguridad de ambas vacunas, con menos efectos secundarios en la población general que los recabados en los ensayos experimentales de Pfizer y AstraZeneca, lo que debería ayudar a disipar las preocupaciones de seguridad de las personas dispuestas a vacunarse".


Beneficios en todas las edades 

En línea con el estudio del King's College, la Universidad de Oxford, la Oficina Nacional de Estadística y el Departamento de Salud y Atención Social del Reino Unido han publicado los avances de dos estudios que confirman que las infecciones por covid-19 disminuyeron en ese país un 65% después de recibir una primera dosis de las vacuna de AstraZeneca y Pfizer-BioNTech. Concretamente, la tasa de infecciones sintomáticas se redujo en un 72% y las infecciones sin síntomas en un 57%.


Las reducciones -infecciones con síntomas y sin síntomas- son aún mayores después de una segunda dosis (70% y 90% respectivamente), parecidas a los efectos en aquellos infectados de forma natural. Los beneficios son similares en todos los grupos de edad. Las vacunas han demostrado ser eficaces frente a variantes compatibles con la cepa Kent o 'cepa británica'.


Los datos forman parte de la Encuesta de Infección Covid-19, la primera en mostrar el impacto de la vacunación en la respuesta de anticuerpos y nuevas infecciones en mayores de 16 años. Se han analizado 1.610.562 muestras entre 373.402 participantes entre el 1 de diciembre de 2020 y el 3 de abril de 2021.


Los datos del segundo estudio comparan cómo cambiaron los niveles de anticuerpos después de una sola dosis de las vacunas de AstraZeneca y de Pfizer-BioNTech frente a dos dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech (administradas con 21-42 días de diferencia). La principal conclusión es que no hubo evidencia de que las vacunas AstraZeneca y Pfizer difieran en su capacidad para reducir las tasas de infección, a pesar de su ligeramente diferente respuesta inmune. Todos los grupos de personas evaluadas generaron una respuesta a ambas vacunas.


En las personas sin infección previa, las respuestas de anticuerpos a una sola dosis de cualquiera de las vacunas fueron menores, sobre todo en los mayores de 60 años. El estudio añade que, aunque los niveles de anticuerpos aumentaron más lentamente y a un nivel más bajo con una sola dosis de la vacuna de AstraZeneca frente a la de Pfizer-BioNTech, estos disminuyeron más rápidamente, hasta alcanzar niveles muy similares a los de una sola dosis de la vacuna de AstraZeneca, particularmente en personas mayores.

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