Los probióticos, 'nueva arma' para una recuperación más rápida y con menos secuelas en covid-19



Un equipo ha iniciado un ensayo en pacientes para verificar el beneficio de los probióticos en covid-19. Fortalecer el sistema inmune, clave de esta estrategia.


Una de las herramientas más eficaces para evitar los contagios víricos o limitar su impacto, tanto en población general como en pacientes, es el fortalecimiento del sistema inmunitario. Dada la importancia de la microbiota intestinal en la regulación de nuestro sistema inmune, y la capacidad que tienen los probióticos para restaurar la microbiota dañada, “nuestro principal objetivo es reforzar el sistema inmune de los pacientes con covid-19 mediante la administración de probióticos, con el fin de ayudar a una recuperación más rápida y con menos secuelas”, indica a DM Dulcenombre Gómez Garre, investigadora y responsable del Laboratorio de Microbiota del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Clínico, de Madrid, y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV).


Su equipo, junto con investigadores del Hospital Enfermera Isabel Zendal, de Madrid, han iniciado un estudio clínico para determinar si los probióticos pueden conseguir una recuperación más rápida en pacientes diagnosticados de covid-19 y minimizar secuelas posteriores.


La investigadora, que en anteriores entrevistas con este medio, ya aludía al posible beneficio de estos alimentos o suplementos que contienen microorganismos vivos destinados a mantener la microbiota intestinal, basa la justificación del nuevo ensayo en el hecho de que los pacientes con covid-19 presentan una gran variabilidad en su evolución clínica, desde los asintomáticos hasta los que necesitan ingreso en las unidades de cuidados intensivos, lo que parece estar relacionado con la fortaleza de su sistema inmunitario frente a los patógenos.


Inflamación, inmunidad y microbiota intestinal 

De hecho, insiste en que se ha demostrado que las complicaciones por covid-19 ocurren más frecuentemente en pacientes con un mayor estado inflamatorio y/o una mala respuesta inmune, y que ambos parámetros están muy relacionados con la microbiota intestinal.


“Desde hace tiempo sabemos que algunas bacterias probióticas como Lactobacillus o Bifidobacterium pueden modular la respuesta inmune a través de varios mecanismos: inhibiendo la producción de citocinas proinflamatorias y/o sintetizando citocinas anti-inflamatorias, eliminando linfocitos T inflamatorios o estimulando la producción de macrófagos. Además, este efecto inmunomodulador no es exclusivo del intestino, sino que puede trasladarse a otras mucosas. Por ejemplo, se ha demostrado que L. casei puede modular la inflamación pulmonar”.


Otra información de gran peso es que los probióticos también pueden producir moléculas que atacan a patógenos, “dato muy interesante, ya que algunas cepas de Lactobacillus casei, Lactobacillus plantatum y Lactobacillus fermentum producen metabolitos bacterianos que atacan la glicoproteína espicular de otros coronavirus, evitando su transmisión”.


 


Ciertas cepas de algunos probióticos producen metabolitos bacterianos que atacan a la glicoproteína espicular de otros coronavirus, evitando su transmisión 


 


En principio, en este estudio clínico participan 30 pacientes del Hospital Clínico y otros 30 del Isabel Zendal, que recibirán dos preparados no comerciales de probióticos/prebióticos específicos –no todos son iguales-, dado su potencial inmunomodulador.


“Uno de los preparados contiene una mezcla de tres Lactobacillus y un Bifidobacterium que se han seleccionado basándonos en estudios previos que demuestran su efecto antiinflamatorio y su seguridad en co-administración, así como su eficacia en la reducción de la traslocación bacteriana e inmunoactivación en pacientes con VIH. Para el segundo preparado hemos reforzado nuestro probiótico con un prebiótico, en concreto AM3 (el principio activo del producto comercializado como Inmunoferón), el cual ha demostrado en diferentes estudios su capacidad para potenciar la inmunidad innata y específica. Además, existe evidencia clínica de su capacidad para reforzar la actividad inmune tras el desarrollo de una infección evitando las recidivas”. Ambos probióticos han sido preparados por la empresa Cantabria Labs, que financia el estudio.


Beneficios en covid persistente

Para que los probióticos funcionen de forma adecuada deben encontrase a unas concentraciones de entre 108-1010 UFC/dosis. Los probióticos ensayados contienen 30x1011 UFC/cápsula. 


Sobre qué pacientes concretos afectados por covid-19 podrían extraer más beneficios de esta estrategia y en qué momento concreto de la enfermedad podrían ser más útiles, Gómez Garre, señala que en este primer estudio, se está incluyendo a pacientes con neumonía importante por SARS-CoV2, con afectación pulmonar superior al 50%, pero sin necesidad de ventilación mecánica al ingreso.


“Se ha demostrado que estos pacientes presentan numerosas secuelas incluso dos meses después de haber negativizado la PCR. Más adelante, queremos estudiar el efecto de los probióticos en pacientes con covid persistente, ya que pensamos que es un colectivo que también se podría beneficiar mucho”.


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Gómez Garre, señala que aunque todavía no existe una evidencia clínica directa de que la modulación de la microbiota intestinal a través de los probióticos pueda tener un papel terapéutico en la infección de covid-19, también resalta que un pequeño estudio realizado en Italia con pacientes que acudieron a Urgencias con neumonía importante por SARS-CoV2 –con afectación pulmonar superior al 50 %-, pero sin necesidad de ventilación mecánica al ingreso, “ha demostrado que el grupo que se suplementó con probióticos mostró una resolución más rápida de la diarrea y una disminución del riesgo de progresar a fallo respiratorio con necesidad de ventilación mecánica".


También fué destacable la menor mortalidad encontrada en el grupo suplementado respecto al grupo control, aunque esta diferencia no fuera significativa”, datos que comparte con Nieves Martell y Arturo Corbatón, especialistas ambos de Medicina Interna del Hospital Clínico, y con Javier Marco, internista y director médico del Hospital Isabel Zendal.


Sin embargo, la experta en microbiota recalca, que aunque los datos son indirectos, “hace ya unos meses que la Guía de Tratamiento de pacientes graves con covid-19 de la Comisión Nacional de Salud de China recomendó un apoyo nutricional y aplicación de prebióticos o probióticos”.  

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