La población del estudio ingirió 2.025 mg de sodio procedentes de alimentos y bebidas, cuando el límite recomendado por la OMS está en 2.000 mg. Si se tiene en cuenta el consumo total de sal, el límite está en 5.000 mg y la ingesta fue de 5.060 mg.
Una investigación del estudio científico Anibes concluye que la población española ingiere diariamente más sodio procedente de alimentos y bebidas que la cantidad recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El trabajo, publicado en Nutrients, se ha centrado en identificar las diferentes fuentes de sodio, excluyendo la sal de mesa o la utilizada en el cocinado.
Además, se incluyen datos antropométricos, ingesta de macronutrientes y micronutrientes y sus fuentes, nivel de actividad física y datos socioeconómicos.
Los datos muestran que la población del estudio ingirió 2.025 mg de sodio diarios de media procedentes de alimentos y bebidas, cuando el límite recomendado por la OMS está en 2.000 mg. Si se tiene en cuenta el consumo total de sal, el límite está en 5.000 mg y la ingesta en 5.060.
Fuentes de sodio
Las principales fuentes de sodio fueron los grupos de carnes y derivados (27%) y cereales y derivados (26%), seguidos de la leche y productos lácteos (14%), precocinados (13%) y pescados y mariscos (6%). En total, estos cinco grupos de alimentos y bebidas representaron más del 80% de la ingesta de sodio.
Según Gregorio Varela-Moreiras, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad San Pablo-CEU, presidente de la Fundación Española de la Nutrición (FEN) e investigador principal de este trabajo, los principales subgrupos contribuyentes a la ingesta de sodio fueron los embutidos y otros productos cárnicos (403,8±371,9 mg/día), seguidos de cerca por el pan (400,4±244,4 mg/día), precocinados (261,9±330,2 mg/día), quesos (150,0±209,2 mg/día) y conservas de pescados y mariscos (74,1±182,3 mg/día)”.
El trabajo también ha revelado que la cena fue la comida en la que se más sodio se ingería, representando entre el 30-37% del total. El almuerzo suponía el 25-34 % y la media mañana y la merienda suponían sólo el 5-11% del total.
En cuanto al género, los hombres tuvieron una ingesta significativamente más elevada de sodio que las mujeres, independientemente de la edad, aunque hay que tener en cuenta que esto podría deberse a la mayor ingesta dietética de los hombres. Además, los niños con sobrepeso mostraron una mayor ingesta de sodio que los de bajo peso, algo que no se observó en otros grupos de edad. El estudio tampoco mostró diferencias significativas en relación con cintura/talla y riesgo cardiovascular y el grupo de edad.