Ribociclib es tan eficaz como la quimioterapia en cáncer de mama hormonosensible precoz



Así lo apuntan los resultados de fase II del ensayo 'Coralleen', promovido por Solti, con el biológico 'Kisqali', de Novartis. En el contexto neoadyuvante, este inhibidor de las proteínas CDK4/6 que regulan el ciclo celular, con letrozol, tiene una eficacia similar a la quimioterapia, que es el tratamiento de elección.

Este miércoles se han presentado los resultados del ensayo clínico de fase II Coralleen, promovido por el grupo académico internacional Solti El estudio ha demostrado que la combinación de ribociclib (Kisqali, de Novartis) un inhibidor de las proteínas CDK4/6 que regulan el ciclo celular, con letrozol, un tratamiento hormonal, tiene una eficacia similar, en el contexto neoadyuvante, a la quimioterapia, que en la actualidad es el tratamiento de elección.

Las pacientes que podrían beneficiarse son aquellas con cáncer de mama hormonosensible precoz con un alto riesgo de desarrollar metástasis a distancia en los siguientes 10 años. Para alcanzar este resultado, 106 pacientes de 21 hospitales en España participaron en el estudio durante 1 año y medio.

Desde este grupo de investigación en oncología informan que “los fármacos que inhiben CDK4/6 como el ribociclib, en combinación con hormonoterapia, han demostrado una eficacia extraordinaria en el cáncer de mama metastático”. El uso de quimioterapia ha dejado de ser la opción principal y su uso queda relegado en casos que no funcione el tratamiento. En cambio, en pacientes con cáncer de mama precoz y alto riesgo de recaída, no está aún definido el rol de estos fármacos biológicos.

Sustituto de la quimioterapia

 “Los numerosos estudios en marcha en enfermedad precoz con estos fármacos los quieren testar como un complemento añadido a la quimioterapia. Ahora bien, ninguno se planteó usarlos para sustituir la quimioterapia. Así nació el Coralleen”, explica Aleix Prat, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Clínic de Barcelona, presidente de SOLTI y co-investigador principal del Coralleen.

Durante la sesión plenaria del congreso mundial de cáncer de mama en San Antonio (Texas, USA), con más de ocho mil asistentes, Joaquín Gavilá, jefe clínico de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología, miembro de la Junta Directiva de SOLTI y también co-investigador principal del estudio, presentó los resultados del Coralleen: “Desconocíamos realmente el potencial de estos fármacos para de-escalar la quimioterapia neoadyuvante. Este ensayo nos demuestra por primera vez que es un camino que tiene que ser explorado y apunta a cómo deberá hacerse”.

Los resultados han merecido su publicación en la revista The Lancet Oncology coincidiendo con la presentación en el congreso.

Datos genómicos

Cabe destacar que, además de responder una pregunta clínica importante, Coralleen es el primer estudio en el mundo en utilizar datos genómicos en tiempo real para seleccionar de forma más precisa las pacientes con tumores de alto riesgo. Concretamente, se utilizó el test genómico del PAM50/Prosigna para seleccionar tumores con el perfil Luminal B, que representa el 30% del cáncer de mama que expresa los receptores hormonales.

Además, el estudio ha sido el primero en integrar datos clínicos, patológicos y genómicos para medir la respuesta al tratamiento y demostrar que en cerca de la mitad de las pacientes el tratamiento con ribociclib y letrozol administrado durante 6 meses transforma los tumores de alto riesgo de recidiva en neoplasias de bajo riesgo.

Sobre este punto, el Prat, que dirige el laboratorio de genómica traslacional y terapias dirigidas en tumores sólidos del Idibaps, donde se ha centralizado el análisis traslacional, comenta: “Solti se caracteriza por diseñar ensayos clínicos innovadores, de elevada complejidad y muy informativos. Coralleen es un ejemplo de innovación al alcance de pocos grupos académicos”.

Traslación a la clínica

“Es importante destacar que utilizamos este test genómico para seleccionar prospectivamente a las pacientes y asignarles su tratamiento. Además, decidimos implementar todo el conocimiento molecular actual para medir la eficacia terapéutica de una forma mucho más precisa que la convencional. En unos años, esta estrategia se irá trasladando a la práctica clínica diaria”, destaca el investigador.

Tras estos resultados prometedores, Solti ya plantea un próximo estudio. “Estamos convencidos que esta estrategia terapéutica biológica puede llegar a sustituir la quimioterapia en este subgrupo de pacientes con alto riesgo de recaída. Sin embargo, necesitamos un poco más de evidencia. Para lograr este objetivo, hemos diseñado un segundo estudio con un número de pacientes mucho mayor que esperamos poder empezar durante el próximo año, una vez logremos la financiación necesaria”, afirma Gavila.

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