La luz azul de los dispositivos electrónicos puede favorecer el envejecimiento de la piel



Las pantallas, los led y fluorescentes son las principales fuentes emisoras de luz azul artificial. Varios estudios han señalado que su impacto sobre la piel no es inocuo y algunos laboratorios ya están comercializando cosméticos que la combaten.

Los dispositivos electrónicos se han apropiado de gran parte del tiempo de las personas: ya sea en el trabajo o en las horas libres, el ordenador, la tableta o el móvil son una constante y la piel puede verse afectada. La responsable de este envejecimiento es la luz azul emitida por los dispositivos electrónicos.

“Algunos estudios muestran que la luz azul favorece el estrés oxidativo y, como consecuencia, el envejecimiento de la piel”, afirma Gonzalo Segurado, dermatólogo del Grupo Pedro Jaén, en Madrid. Además, “también se ha visto que favorece la producción de melanina, lo que puede producir un oscurecimiento o hiperpigmentación de la piel temporal”.

Según Estibaliz Lancha, directora técnica y CEO de Mi rebotica, las consecuencias a corto plazo de la luz azul de onda corta emitida por aparatos electrónicos sobre la piel “podría compararse a las de otros contaminantes”. Por otra parte, algunos estudios muestran que también produce una disminución de la síntesis del adenosín trifosfato (ATP) y una reducción de la contractilidad.“Esto se traduce en una piel más apagada, desvitalizada y con una pérdida observable de luminosidad”. Las consecuencias a largo plazo “aún no han sido evaluadas”.

Sobre los problemas más serios que esta radiación podría provocar, “teóricamente cáncer cutáneo“, pero sólo son hipótesis que necesitan de más estudios para confirmarlo”, informa. En su opinión, “es demasiado pronto para crear alarma y modificar nuestros hábitos de vida, ya que nos encontramos en un momento muy prematuro debido a la falta de estudios”, destaca Segurado.

Perfiles más propensos

Para que un usuario se convierta en un perfil propenso a sufrir las consecuencias cutáneas de la luz azul “el tiempo de exposición va a ser el factor fundamental”. Por otro lado, “se verán afectadas antes aquellas pieles mal cuidadas y maduras, ya que de por sí tienen una menor producción de ATP y una menor contractilidad como consecuencia de la menor producción de colágeno”, dice Lancha.

Las personas de un cutis oscuro o con tendencia a la hiperpigmentación, como son los individuos con melasma, también son perfiles más propensos a padecer los efectos negativos de la luz azul. Según Segurado, “podrían sufrir un oscurecimiento mayor de la piel debido al aumento de producción de melanina que causa la exposición a la luz azul”.

Fuentes de emisión

Las pantallas, luces led y luces fluorescentes son las principales fuentes emisoras de luz azul artificial. “Pero se debe tener en cuenta que también está presente en la luz natural y que la cantidad de luz azul que emite los dispositivos es mucho menor que la que contiene la luz del sol”. Por ello, desde el COF de Sevilla, informaron en Infarma 2018 que sería conveniente un cambio en los protocolos de protección solar y comenzar a utilizar filtros que incluyan barreras frente a la luz azul y antioxidantes para combatir el estrés oxidativo generado.

La respuesta de la ‘dermo’

Proteger la piel diariamente con ayuda de la cosmética podría aumentar las defensas de la piel y combatir la acción de la radiación de las pantallas. Los activos clave son los antioxidantes y aquellos que ayuden a evitar el envejecimiento cutáneo. “El extracto de withania somnifera o gingsen indio es el activo de referencia en nuestra empresa, ya que protege frente a los efectos nocivos de esta radiación y, además, permite recuperar los valores iniciales de ATP y de contractilidad”, menciona Lancha. 

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