Para algunos padres, la amigdalitis de sus hijos no es una enfermedad ocasional, sino una pesadilla recurrente. Un estudio desvela ahora por qué algunos son más propensos a la infección repetida, mientras que otros viven su infancia más o menos inmunes.
El trabajo, realizado por investigadores del Instituto de Inmunología de La Jolla (LJI), en California (Estados Unidos), proporciona las primeras pistas de por qué algunos niños son más susceptibles que otros a contraer amigdalitis por Streptococcus pyogenes (estreptococos del grupo A).
Los hallazgos, publicados la semana pasada en la revista Science Translational Medicine, sugieren que la amigdalitis recurrente es una enfermedad multifactorial en la que factores inmunológicos combinados con la susceptibilidad genética subyacente permiten que el Streptococcus pyogenes invada una y otra vez a la garganta de ciertos individuos.
Los investigadores consideran que comprender mejor por qué algunos niños no desarrollan inmunidad protectora podría ser la base para investigar en una potencial vacuna contra la faringitis estreptocócica.
Evidencia sólida
“Tenemos más de cien años de experiencia con esta enfermedad, pero realmente no ha habido una buena explicación de por qué algunos niños sufren de estas infecciones recurrentes”, señala el autor principal del estudio, Shane Crotty, profesor de la División de Investigación en Vacunas del LJI. “Creemos que esta es la primera evidencia sólida de que existe un componente inmunológico clave, además de uno genético, que contribuyen de forma conjunta en la aparición de la faringitis estreptocócica recurrente”.
Los autores afirman que este hallazgo contribuiría al desarrollo de una futura vacuna
“Esta patología de repetición es la segunda indicación más frecuente para la extirpación de las amígdalas en los niños”, concreta el otorrino pediátrico y coautor principal del trabajo, Matthew Brigger, quien ocupa el cargo de jefe de la División de Otorrinolaringología del Hospital Infantil Rady de San Diego (Estados Unidos). Además, afirma que hay datos recientes “que sugieren que la amigdalectomía puede aumentar el riesgo de enfermedades del tracto respiratorio superior a largo plazo”.
En 146 niños
Para este estudio recogieron tejido de las amígdalas de un grupo de 146 niños de 5 a 18 años que se habían sometido a una amigdalectomía, bien por faringitis repetidas o por otras razones, como apnea del sueño. Así, analizaron los centros germinativos, donde proliferan y maduran los linfocitos B que se unen a las células T colaboradoras foliculares, que orquestan la respuesta inmune a la infección.
La amigdalitis recurrente es la segunda indicación de extirpación de las amígdalas
Además de una disminución significativa en la frecuencia de los linfocitos T colaboradores y los B, las amígdalas de niños con infección recurrente presentaban áreas de centros germinativos más pequeñas de lo normal. “Estos niños tienen una mala respuesta del centro germinal”, afirma la primera firmante, Jennifer Dan del LIJ. “Curiosamente, se asocia con una respuesta de anticuerpos particularmente deficiente a la infección por Streptococcus pyogenes, que es un aspecto importante de la inmunidad protectora”.
El grupo control, en cambio, presentaba niveles altos de anticuerpos frente a Streptococcus pyogenes, lo que indicaba que habían estado expuestos a la bacteria pero habían enfermado. Asimismo, entre los pequeños con amigdalitis estreptocócica recurrente, las pruebas genéticas revelaron dos variantes genéticas específicas en la región HLA que se asociaron con una mayor susceptibilidad a la infección recurrente, y con una que protegía contra la enfermedad.