Hidratar y regenerar para recuperar la piel agredida



El eritema solar y las lesiones ocasionadas por el láser tras un tratamiento de depilación son trastornos cutáneos muy comunes en esta época del año que, aunque en la mayoría de las ocasiones son leves, no deben ignorarse ni banalizarse. Y es que, a veces, se pueden complicar con sobreinfecciones y, por ello, estas agresiones en la piel deben ser valoradas por un médico.

Como explican desde la Fundación Piel Sana de la Academia Española, de Dermatología y Venereología (AEDV), las quemaduras solares aparecen tras la exposición excesiva de la piel a los rayos ultravioleta B. "Se producen síntomas en el periodo que va de 1 a 24 horas y, salvo en los casos graves, alcanzan su pico a las 72 horas". Así, lo habitual es que aparezca un eritema leve con descamación evanescente, pero también puede ir acompañado de tumefacción, dolor en la piel y ampollas en los caso más graves, comentan desde la AEDV, quien también hace una advertencia: "Las quemaduras que afectan a la parte distal de las piernas, sobre todo la región pretibial, resultan especialmente molestas y su curación suele ser lenta". Asimismo, señala que hay que estar atentos a "los síntomas constitucionales, como la fiebre, escalofríos, debilidad y shock, y a las quemaduras térmicas si se quema una gran parte de la superficie corporal".

Virginia Barrau, vocal de Dermofarmacia del COF de Zaragoza, destaca que en la farmacia lo más habitual es ver eritemas leves. "En caso de que aparezcan ampollas, fiebre u otros síntomas asociados, hay que derivar al médico", destaca. Además de los síntomas, criterios como la extensión del eritema tienen que pesar a la hora de remitir al centro de salud o a Urgencias.

Cremas reparadoras. Cuando sólo hay enrojecimiento de la piel y son lesiones de gravedad leve-moderada la primera medida que se debe recomendar a pie de mostrador es aplicar una crema reparadora "para ayudar a la regeneración de la piel". Estas cremas suelen estar formuladas con activos como sucralfato, óxido de zinc y cobre. "Lo mejor es aplicarla directamente sobre la zona enrojecida y, transcurridos unos diez minutos aproximadamente, se puede usar un aftersun, que hidratará y aportará sensación de confort".

Los remedios caseros, como aplicar paños de vinagre o agua fría, no son las mejores de las actuaciones cuando hay quemadura solar. "En estos casos se debe huir de los experimentos y recurrir a medidas que son realmente eficaces y seguras", advierte Barrau.

Desde la Fundación Piel Sana insisten en que hay que evitar "los ungüentos y lociones que contengan anestésicos locales (benzocaína) y otros fármacos sensibilizantes, por el riesgo de dermatitis de contacto alérgica".

Además de la hidratación y los productos reparadores, es necesario recomendar no exponerse al sol mientras el eritema persista. Ahora bien, consciente de que este consejo es difícil de cumplir en los meses de verano y mientras se esté de vacaciones, Barrau afirma que hay que seguir usando fotoprotector incluso sobre el eritema. "En estos casos hay que usar cremas con protección formulados con activos minerales, puesto que se quedan en superficie, no se absorben y no provocan escozor".

Pero como más vale prevenir que curar, la vocal de Dermofarmacia del COF de Zaragoza hace hincapié en la importancia de usar el fotoprotector adecuado para evitar que el eritema solar aparezca, y tener especial precaución con los niños y las personas mayores. Y da otro consejo importante: "Hay que tener cuidado con las cabinas de bronceado, puesto que ahí lo que se irradia son rayos A, y el eritema -causado por los UVB- no aparece y no actúa como signo de alerta de que se está produciendo daño cutáneo; por tanto, el daño es mucho más profundo, pero el usuario no es consciente de ello".

El láser

Sobre los efectos secundarios provocados por el láser tras un tratamiento para eliminar el vello, Svetlana Babentsova, médico responsable de la Unidad de Depilación Médica del Instituto Médico Láser (IML), en Madrid, comenta que lo habitual es que durante los primeros días "la piel esté ligeramente inflamada, con un ligero edema y eritema suaves. También puede precisar un poco más de hidratación".

La experta aclara que no todos los láseres son iguales, pues se diferencian por la profundidad de su alcance. "Los que se emplean para la depilación se quedan a un nivel más superficial y afectan básicamente a los folículos pilosos y discretamente a la piel. Otros, como los que se usan para eliminar tatuajes, rojeces o arrugas, desencadenan respuestas de la piel más intensas, con inflamación y eritema mayores e incluso exudado o costra en su evolución".

Para evitar estos daños, la experta del IML subraya: "No hay que tomar el sol durante ocho semanas antes de las sesiones; se debe acudir a las sesiones con la piel bien hidratada y exfoliada, y no usar cremas con purpurinas ni brillos reflectantes porque interaccionan con la penetrabilidad de la luz del láser".

Los cuidados posteriores a estos tratamientos se basan en la hidratación: "Recomendamos aplicar cremas hidratantes e incluso descongestivas, formuladas con aloe o manzanilla". Estos cuidados "deben prolongarse durante los dos o tres primeros días tras el tratamiento y esperar a la exposición solar al menos 3 o 4 días", añade.

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