Antisépticos eficaces que no ‘camuflan’ heridas



Las heridas más comunes son las que se producen en el trabajo o en el hogar, y desde la oficina de farmacia se puede ayudar a explicar cómo actuar en las lesiones leves.

Carlos Mulet, médico de familia en el Centro de Salud de Gata de Gorgos (Alicante), define estas lesiones como "una ruptura de la continuidad de piel o mucosas limitada en profundidad al tejido graso subcutáneo, sin afectar a músculo, hueso, articulación, grandes arterias, nervios, tendones y sin pérdida importante de sustancia".

En estos casos, la desinfección juega un papel fundamental y desde la farmacia se pueden ofrecer consejos prácticos, como "lavarse bien las manos con agua y jabón o un antiséptico" y emplear guantes. Ante una herida sangrante, el experto recomienda presionar con un apósito estéril para detener la hemorragia y "limpiar la herida a chorro con suero fisiológico o con agua, y jabón desde el centro hacia los bordes para arrastrar con una gasa estéril los posibles cuerpos extraños y la suciedad", desaconsejando el algodón.

Sobre los antisépticos que se pueden emplear, el médico de Atención Primaria señala que el de elección "es la clorhexidina al 4 por ciento dado su espectro antimicrobiano y carencia de color que nos pudiera dificultar una posterior valoración". Otra opción es la povidona yodada al 10 por ciento, aunque "enmascara la coloración real de la herida". Y añade que sólo se aplicará agua oxigenada "si se sospecha la presencia de gérmenes anaerobios".

En cualquier caso, hay que abstenerse de utilizar alcohol, por el riesgo de quemaduras, o antibióticos tópicos, "para evitar posibles reacciones medicamentosas". Una vez aplicado, se recomienda cubrir con un apósito estéril para mantenerla húmeda y cubierta.

Quemadura de grado I

En una quemadura leve de grado I, Mulet apunta que lo recomendable son los hidrocoloides. "Una vez realizada la cura, se debe elevar y/o inmovilizar el miembro afecto, aplicar hielo de forma local y tomar un analgésico si hay dolor o inflamación, siempre bajo prescripción médica", sin olvidar "preguntar y confirmar el estado de la inmunización antitetánica".

Para la quemaduras solares, "dependiendo de la intensidad y la extensión, está indicada una crema para después del sol o una reparadora" y concienciar sobre la fotoprotección, comenta Mª Jesús Hernández Silvestre, farmacéutica en Valencia.

En las quemaduras domésticas (por plancha, horno, agua o aceite hirviendo...) hay que lavar con suero la zona y aplicar una crema o apósito específico para quemaduras. Y en las provocadas por fricción es necesario lavar con suero fisiológico y desinfectar con povidona yodada o clorhexidina tópica, además de cubrir con un apósito, que puede ser en espray.

Hernández incide en que en quemaduras y heridas tópicas, una vez cerradas, se debe "aplicar una crema cicatrizante y protector solar". En cualquier caso, "hay que informar al paciente de cómo debe continuar las curas en casa y la la necesidad de observar su evolución. En este sentido, Mulet añade que habrá que hacer una cura local en domicilio dos o tres veces al día o siempre que se cambie el apósito, "hasta la aparición de tejido de granulación".

Otras heridas habituales son las oculares por cuerpo extraño o las bucales. En las primeras, la farmacéutica explica que se debe hacer un lavado ocular y aplicar un colirio reparador y calmante. En las segundas, lo mejor es hacer enjuagues con un colutorio rico en ácido hialurónico, dicen Hernández y sus colaboradoras Mª Jesús García, Pilar Hernández y Otilia Peñuela.

Mª Jesús Hernández apunta que en todos los casos se debe valorar la necesidad de derivar al médico. Por ello, Mulet insiste en que el paciente deberá informar sobre posibles signos de alarma, como dolor, eritema, tumefacción, aumento de temperatura local, mal olor, exudado hemopurulento o fiebre, que hagan presuponer la necesidad de acudir a un centro sanitario.

Asimismo, el facultativo advierte de que la derivación debe ser inmediata cuando las heridas son graves (cortantes, contusas, punzantes, abrasivas avulsivas, aplastamientos); si están contaminadas o son complejas por afectación vascular, osteomuscular, ligamentosa, etc; si hay sangrado persistente; cuando se trata de heridas que midan más de 3 cm o que tengan cuerpos extraños clavados, que pudieran dejar una cicatriz evidente, o que requieran de sutura.

También habría que derivar de forma inmediata en caso de heridas evolucionadas (de más de seis horas) o con signos de sobreinfección; úlceras por presión, contusiones de III grado y quemaduras de grado II/III; mordeduras o arañazos de animales, y cuando hay indicación de vacunación antitetánica.

Asimismo, hay que prestar especial atención y seguimiento "al paciente anticoagulado o con riesgo de sangrado".

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