Australia: médicos de AP, por un farmacéutico más integrado



Un nuevo estudio realizado en Australia ha vuelto a mostrar las altas tasas de aceptación de las recomendaciones del farmacéutico por parte de los médicos de primaria, así como de que el farmacéutico se implique en los equipos de este nivel asistencial. El trabajo ha consistido en un programa de integración de seis farmacéuticos "no dispensadores" en la zona oeste de Sydney -Western Sydney Primary Health Network- , que identificaron 1.124 problemas relacionados con la medicación (PRM) en casi quinientos pacientes entre octubre de 2016 y marzo de 2017. Los farmacéuticos hicieron 984 recomendaciones, de las cuales 685 (70 por ciento) se aceptaron por el médico de cabecera.

Asimismo, el estudio apunta que la mayoría de los PRM fueron causados por el uso de medicamentos sin indicación y con la dosis. Otros problemas incluyeron patologías no tratadas o tratamientos perdidos, pruebas de laboratorio necesarias, dosis demasiado bajas y selección inapropiada de terapias.

Los resultados han sido publicados este mes en el International Journal of Clinical Pharmacy y reflejan que la alta tasa de aceptación de los farmacéuticos responde a su papel "valioso" en la detección y resolución de problemas relacionados con la medicación, como parte de un equipo de Atención Primaria, afirman los autores, de la Universidad de Tecnología de Sydney y WentWest.

El presidente de la Sociedad Farmacéutica de Australia (PSA), Shane Jackson, ha valorado el estudio y afirma que estos resultados "se suman a la amplia evidencia que existe sobre el papel de los farmacéuticos en el primer nivel asistencial", y subraya que su organización ha estado abogando por esto "durante largo tiempo".

Más evidencias

Y es que, en 2013, ya se publicó en la misma revista un estudio australiano en el que se halló que los farmacéuticos integrados en AP tenían una tasa similar de aceptación de las recomendaciones hechas a los médicos generales (del 71 por ciento), lo que respaldaría estos nuevos hallazgos. Y un programa piloto de 2016 realizado en Canberra, en el que se implicaba a los farmacéuticos en los equipos de AP resolviendo cuestiones realacionadas con la medicación y otros servicios (como deshabituación tabáquica), tuvo tanto éxito entre los pacientes, médicos de cabecera y los propios farmacéuticos, que se decidió ampliarlo durante otros 12 meses.

A pesar de estas evidencias, los farmacéuticos actualmente no están integrados rutinariamente en Atención Primaria en Australia, y hoy, como ocurre en otros muchos países, no hay fondos estatales disponibles para apoyar una decisión de este tipo, recogía la semana pasada la Australian Journal of Pharmacy. "Lo que este estudio también hace es plantear la necesidad de un programa nacional para que los farmacéuticos participen en AP", subraya Jackson.

Uno de los autores del estudio, el bien conocido en España profesor Charlie Benrimoj, de la Universidad de Sydney, defiende que éste es sólo el primer paso en la investigación para demostrar la necesidad de esta integración. "El trabajo desarrolla la evidencia de que los farmacéuticos que trabajan en AP son efectivos; tenemos datos del Reino Unido que muestran esto también. Pero el próximo paso de nuestra investigación es hacer un ensayo controlado aleatorio", explica Benrimoj.

Y añade: "Pero después de eso, lo que queremos hacer es obtener pruebas de si los farmacéuticos comunitarios también pueden integrarse con los médicos de cabecera con los mismos beneficios".

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