El gasto farmacéutico aumentará por encima de la economía, pese a los años de control durante la etapa de la crisis (el sector firmó un acuerdo para que el gasto se mantuviera por debajo del PIB hasta el 2020). Pero el envejecimiento de la población (incorporación de unas 250.000 personas mayores de 65 años cada año), el incremento de las enfermedades crónicas (un 70% del total de enfermedades) y la necesidad de introducir fármacos innovadores conducirán a un aumento de la partida sanitaria y, dentro de ella, la relativa a los medicamentos. Hay quienes alertan de que esto supondrá la quiebra del sistema de salud, pero desde Farmaindustria, la patronal de la industria farmacéutica, se pide calma porque hay mucho margen de mejora, señala el director general, Humberto Arnés. ¿Cuál? Luchar contra el uso de recursos ineficientes. Según explicó el subdirector del departamento de Estudios de Farmaindustria, Pedro Luis Sánchez, en un seminario con los medios de comunicación en Sigüenza (Guadalajara), estudios europeos apuntan a que actualmente entre el 20% o el 30% de los recursos que se invierten en el sistema sanitario son ineficaces, desde intervenciones innecesarias a duplicación de las pruebas diagnósticas o la utilización de tratamientos y fármacos con efectividad limitada o ineficacia de la gestión. “Aquí es clave medir el valor de lo que aporta cada intervención sanitaria y, por tanto, también las que tienen que ver con el medicamento, midiendo los resultados en salud que aportan en relación a los recursos que consumen. Sabemos que es difícil pero o avanzamos en esa dirección o la incorporación de las innovaciones que tienen la naturaleza de inversión y no de gasto no podrá hacerse con la celeridad que pacientes, profesionales, gestores e industria desean”, indicó Arnés. Los estudios apuntan a que un modelo enfocado en resultados permitiría, además del ahorro del hasta el 30%, la prevención de unas 25.000 muertes prematuras en España y unas 215.000 en la Unión Europea.