Herpes labial: evitar el contagio es el mejor tratamiento



Existen diversas opciones terapéuticas para tratar el herpes labial, como los parches para calenturas, los apósitos líquidos o los geles y las cremas reparadoras, aunque la mejor opción es prevenir el contagio de este virus.

El herpes simple labial es una enfermedad muy frecuente causada por el virus del herpes simple (VHS). Según el equipo del Servicio de Dermatología del Hospital Clínico Universitario de Valencia y miembros de la Academia Española de Dermatología y Venerología (Inés Escandell-González, Andrea Allende-García, David Ayala-Alcázar y Esperanza Jordá-Cuevas), el subtipo VHS-1 genera "más del 80 por ciento de los herpes en la zona orofacial". Se presenta como una erupción vesicular dolorosa que forma costras, causando desfiguración estética y trastornos psicosociales. "No existe una cura disponible y se repite periódicamente", incide Enrique Mascarós, especialista del Centro de Salud Fuente de San Luis (Valencia). La infección suele aparecer dentro de los 20 días posteriores al contagio. "Sus síntomas son relativamente leves y consisten en pequeñas ampollas que pasan a formar úlceras dolorosas e irregulares. Pueden durar hasta tres semanas y los síntomas son comezón en labios o alrededor, ardor y hormigueo", señala Natalia Olmo, farmacéutica del Colegio de Farmacéuticos de Ciudad Real.


Es muy contagioso y se puede extender a cualquier área cutánea o mucosa del cuerpo o incluso a otras personas, ya que como recuerdan desde el Clínico de Valencia, "la transmisión del VHS puede producirse tanto durante el episodio de infección como en los periodos asintomáticos. Por ello, el primer paso para la curación es prevenir el contagio". Las medidas higienicodietéticas que se deben tener en cuenta "parten en gran medida de los factores desencadenantes típicos de los brotes (frío, calor, estrés, disminución de defensas....), además de los cambios hormonales". A modo de ejemplo, procesos infecciosos como la gripe o los resfriados conllevan una disminución de las defensas provocando su aparición.


La alimentación influye

Olmo aconseja "no tocar la zona afectada ni compartir los mismos utensilios y tener una buena higiene bucal". Asimismo, dormir lo suficiente; reducir el estrés emocional, y utilizar protección solar en los labios durante el verano e invierno también ayuda. La farmacéutica hace hincapié en la importancia de una dieta equilibrada, "evitando alimentos ricos en arginina (chocolate, nueces, semillas y granos de cereal) y potenciando los ricos en lisina (pescado, pollo, carne de vaca, cordero, leche y queso)".


Los expertos señalan la importancia de evitar alimentos ricos en arginina y aumentar los que tienen lisina, puede mejorar el herpes

Como informan los expertos, existe una relación entre la gravedad de la primoinfección y la frecuencia de recurrencias, siendo éstas más habituales con una mayor gravedad del primer episodio. En la mayoría de las ocasiones, los farmacéuticos suelen ser los primeros en atender a estos pacientes, ya que por lo general solo acuden a su médico tras la aparición de alguna complicación.


Olmo incide en que la derivación al médico debe ser "inmediata ante la reaparición del herpes o de síntomas que continúen visibles después de dos semanas; ante la presencia de una infección bacteriana, y ante la diseminación a otras zonas de la piel, especialmente en los ojos o en pacientes con el sistema inmunitario debilitado o con enfermedades autoinmunes".


Diversas opciones

Es importante saber que "tras dos o tres semanas, las lesiones desaparecen espontáneamente", señalan desde el Clínico de Valencia. Aun así, existe tratamiento. Entre los abordajes clásicos, Olmo destaca "los parches para calenturas" (que no actúan sobre el virus, pero ayudan a controlar los síntomas, favorecen la cicatrización y reducen el riesgo de contagio), y "los apósitos líquidos, los geles y las cremas reparadoras". Además, apuntan desde el Clínico, "hay fármacos para su tratamiento cuya utilidad principal es acortar la duración de las lesiones, disminuir el dolor asociado y reducir el número de recurrencias". Entre ellos se encuentran, "los antivirales, que ayudan a reducir el dolor, hacen desaparecer los síntomas más rápidamente y funcionan mejor cuando empiezan las señales de advertencia", apunta Olmo (aciclovir, famciclovir, valaciclovir); los antivirales tópicos, útiles las primeras 72 horas para acortar el brote (aciclovir 5 por ciento tópico) o la combinación de antiinflamatorio con antiviral, y los analgésicos (reducen la molestia)".


No obstante, según Mascarós, existe una revisión reciente publicada en Cochrane bajo el título Intervenciones para la prevención del herpes labial, donde se concluye que "la administración a largo plazo de agentes antivirales orales puede prevenir el herpes labial, pero el efecto beneficioso clínico es pequeño. Mientras que las pruebas sobre los agentes antivirales tópicos y otras intervenciones no muestran eficacia o no pueden confirmar su eficacia para prevenir el herpes labial". Pese a esto se sigue recomendando su uso en muchas ocasiones.

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