¿Cuáles son los fármacos que no se deben tomar durante el embarazo?



La Organización Mundial de la Salud recomienda no tomar fármacos durante el embarazo, ya que la gran mayoría de ellos pueden causar daños serios en el feto. Sin embargo, será el ginecólogo o bien el médico de cabecera en su caso quien, tras una revisión de la paciente, pueda determinar la mejor solución para su dolencia o malestar.


"Hay un gran porcentaje de medicamentos pueden perjudicar el correcto desarrollo del feto y ocasionarle lesiones o incluso la muerte. De ahí la importancia de prescindir de la ingesta de fármacos durante la gestación, excepto en los casos en los que sea absolutamente necesario para el buen estado de salud de la madre", explica Elkin Muñoz, director de IVI Vigo y A Coruña.


La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) clasifica los fármacos en cinco tipos, según los riesgos que representan durante el embarazo en función del grado de madurez del feto. Aunque, el riesgo es mayor durante el período de la organogénesis, comprendida entre las semanas 3 y 8 de gestación.


Por un lado, en la que denomina "clase A" se encuentran aquellos medicamentos que pueden considerarse seguros durante el embarazo como ácido fólico, vitamina B6, ácido ascórbico, hierro, calcio, potasio y levotiroxina en dosis recetadas.


En segundo lugar, en la "clase B" se encuentran los medicamentos que han sido usados frecuentemente durante el embarazo y no parecen causar defectos congénitos graves y otros daños en el feto, como acetaminofenol, aspartato, corticoides, insulina, amoxicilina, ácido clavulánico, amoxicilina, azitromicina e ibuprofeno. En cuanto este último, es mejor evitarlo después de la semana 32 de gestación.


Los medicamentos que tiene efectos perjudiciales

La "clase C", recoge a los fármacos que tienen efectos perjudiciales para el feto, y sólo deben utilizarse cuando el beneficio puede justificar ese riesgo. También incluye aquellos cuyos estudios de seguridad no han sido concluidos. Algunos de ellos son: proclorperazina, amikacina, atenolol, beclometasona, betametasona, cafeína, carbamazepina, codeína, clonazepam, fluconazol, ketorolac, dexametasona, inmunoglobulina anti RH (D), y la ciproflozacina.


En el cuarto tipo, la "clase D", los medicamentos pueden suponer un riesgo para el feto. Por ello, ante una situación de riesgo grave para la madre, se acepta su administración si no se dispone de otro fármaco más seguro. En este grupo se encuentran: acenocumarol, ácido acetilsalicílico, diazepam, valproico, litio, fenitoína, algunos quimioterápicos (bleomicina, metotrexate) y el alcohol.


Por último, en la "clase X" se recogen los medicamentos que suponen un riesgo en el feto y no aporta beneficio alguno sobre la embarazada por lo que está contraindicado totalmente. Algunos medicamentos que forman parte de esta categoría son: isotretinoína accutane, misoprostol, talidomida, raloxifeno, simvastatina o nandrolona, entre otros.


¿Y en la lactancia?

La FDA establece tres categorías de fármacos para la administración durante la lactancia: los que puede administrarse sin ningún riesgo para el bebé; aquellos que no se recomienda su uso, o bien, la lactancia debe ser interrumpida durante la administración del fármaco y aquellos que de los que no hay ninguna información al respecto.

Para resolver todas las dudas en este sentido, debe consultarse siempre al pediatra, que es quien mejor conoce las compatibilidades entre medicamentos y lactancia. Pero, además www.e-lactancia.org es un espacio que ayuda también a despejar dudas.

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