"El farmacéutico tiene una labor muy importante en la prevención secundaria del melanoma, por ello, debe remitir al paciente a su dermatólogo ante cualquier lesión pigmentada que cumpla los criterios ABCDE (Asimetría, Bordes irregulares, heteroCromía, Diámetro mayor de 6 mm o que haya cambiado o Evolucionado)", informa a TodoDermo Irene Palacios Álvarez, dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra.
Con motivo de la presentación de la nueva técnica para la detección precoz por imagen, un proyecto compartido con Leyre Aguado, también dermatóloga del centro. Palacios destaca que "tantos las consultas de atención primaria como las farmacias son fundamentales en el ámbito de la prevención del melanoma y el cáncer cutáneo no melanoma porque en muchas ocasiones son el primer referente sanitario al que acuden los pacientes". Antes de la derivación médica, esta experta recuerda que en primera línea de actuación se encuentran "las recomendaciones sobre los daños de la exposición solar y el correcto uso de las cremas solares, aplicando la cantidad necesaria y reponiendo el producto cada dos o tres horas o después del baño".
Sobre la nueva técnica impulsada por la Clínica Universidad de Navarra, las responsables informan de que "el nuevo procedimiento consiste en la toma de fotografías de toda la superficie corporal del paciente mediante un dispositivo acoplado a un ordenador. Gracias a esta tecnología, pueden detectar de forma automática y precoz la aparición de lunares nuevos, susceptibles de malignización".
PAUTAS DE AUTOCUIDADO PARA LOS AFECTADOS
Antes de recibir las sesiones de radioterapia y quimioterapia, esta experta estima que "se debe seguir una higiene diaria con agua templada y un jabón sin detergentes". Y, para recuperar la salud de la piel una vez superada la enfermedad, Palacios aclara que dependerá del tipo de terapia y del diagnóstico de cada persona. Por tanto, el tratamiento tanto preventivo como de las lesiones en sí mismas, deberá ser individualizado". Sin embargo, a nivel general, aconseja "evitar el uso de perfumes, -sobre todo en áreas expuestas al sol-, y emplear cada dos horas un fotoprotector de 50+ debido a la fotosensibilidad y a la xerosis cutánea que a veces desarrollan. Es mejor que estos productos sólo contengan filtros físicos para evitar reacciones a activos como el octocrileno y la benzofenona".
A estas pautas, Palacios añade "el uso de cremas emolientes, incluso varias veces al día si es preciso. Dichas productos deberían tener el mínimo contenido posible de alérgenos, especialmente perfumes y determinados conservantes". En cambio, "el que contengan o no parabenos como el methylparaben o el ethylparaben pasa a un segundo plano ya que su poder sensibilizante es mínimo", matiza.
A su juicio, "los pacientes con melanoma deben ser estrictos con la protección solar, acudir a las revisiones con su dermatólogo y su oncólogo con la frecuencia que se estipule en cada caso y siempre consultar a su dermatólogo en caso de cambios en cualquier lunar o ante la presencia de nuevas lesiones pigmentadas", concluye.