Los antiácidos podrían elevar las recurrencias por ‘C. difficile’

JAMA INTERNAL MEDICINE

De nuevo un estudio vuelve a vincular a los inhibidores de la bomba de protones (IBP) con riesgos graves. Investigadores de la Clínica Mayo, en Rochester (Minesota, Estados Unidos) han hallado que los pacientes que toman antiácidos como los medicamentos de la familia del omeprazol, o antagonistas H2, como la ranitidina, presentan un mayor riesgo de sufrir recurrencias en caso de infección por la bacteria Clostridium difficile, que causa un amplio abanico de síntomas que discurren desde una leve diarrea a inflamación grave del colon.

El estudio, liderado por el gastroenterólogo Sahil Khanna, del citado centro, es una revisión sistemática de dieciséis estudios con 7.703 pacientes con C. difficile de los que 1.525 sufrieron una recidiva. La tasa de recurrencias fue del 22,1 por ciento, frente al 17,33 por ciento de los que no tomaban estos fármacos. El detalle de los resultados se puede consultar en el último número de JAMA Internal Medicine.

Khanna pide prudencia en la interpretación de estos hallazgos, debido a que podrían intervenir en los resultados ciertas variables que no se tuvieron en cuenta, como la razón subyacente por la que los paciente tomaban estos medicamentos. Con todo, afirma que los resultados apuntan a la posibilidad de que los fármacos aumenten el riesgo de reinfecciones por este patógeno en concreto. "Parece razonable reevaluar la necesidad de administrar estos medicamentos en pacientes con C. difficile", concluye el investigador.

ANTECEDENTES
No es la primera vez que se asocia el uso de IBP con un mayor riesgo de infecciones. En 2015, un estudio publicado en Journal of General Internal Medicine mostró que el uso de antiácidos en pacientes hospitalizados se vincula con un incremento de la mortalidad. Según explicaban los autores, también estadounidenses y de la Universidad de Michigan, al suprimirse la cantidad de ácido en el estómago aumentaría la vulnerabilidad a la colonización por patógenos como el C. difficile o a sufrir neumonías nosocomiales.

Riesgos probados

La Sociedad Española de Patología Digestiva publicaba el año pasado un documento de posicionamiento sobre la seguridad de los inhibidores de la bomba de protones que reconocía que existe una relación entre estos medicamentos y las infecciones intestinales o pulmonares. Aunque, según el consenso, su vinculación con infecciones por Clostridium difficile sería "débil o moderada", mientras que el riesgo de neumonía, "bajo". Cefalea, dispepsia, diarrea y alteraciones en marcadores hepáticos son algunos riesgos reconocidos de los IBP. También el déficit de B12 y magnesio. Otros que se han apuntado, como la demencia, la enfermedad cardiovascular y renal o la osteoporosis no estarían tan demostrados.

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