Las enfermedades de la piel, la cuarta causa de discapacidad en el mundo



Las enfermedades de la piel son la cuarta causa de discapacidad mundial que se desarrolla a lo largo de la vida, por detrás de la anemia, la tuberculosis y las discapacidades sensoriales. Así lo afirma un estudio del Centro del Cáncer de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos, publicado este miércoles en la revista Jama Dermatology.

"Sorprende lo mucho que incapacitan las lesiones inflamatorias como el sarpullido, la urticaria o el acné", explica Robert Dellavalle, uno de los autores de esta investigación. Además, estos problemas cutáneos provocan más comorbilidades que el cáncer de piel. "Algunas de estas erupciones y el acné pueden empezar a edades tempranas y perdurar en el tiempo. Sin embargo, los distintos tipos de cáncer aparecen más tarde, lo que significa que a la hora de calcular su carga en la esperanza de vida es mucho mayor", detalla Dellavalle. Para este análisis, los investigadores han consultado alrededor de 4.000 fuentes y han medido el grado de discapacidad ajustándolo a los años vividos, lo que contextualiza los resultados. En este sentido, el experto aclara que "la baja prevalencia de cáncer cutáneo en China y la India, en comparación con Estados Unidos, contribuye a que sean los problemas inflamatorios los que adquieren más protagonismo".

EN CIFRAS
A nivel general, las enfermedades de la piel suponen una carga global del 1,79 por ciento. En concreto, el primer lugar se encuentra la dermatitis con un 0,38 por ciento -incluyendo en este grupo la atópica, de contacto y la seborreica- , seguida por el acné con un 0,29 por ciento, mientras que el tercer lugar lo comparten la psoriasis y la urticaria con un 0,19 por ciento. En esta lista también se han incorporado la infecciones víricas con un 0,16 por ciento, los hongos (0,15 por ciento), la sarna (0,07 por ciento), el melanoma (0,06 por ciento), el pioderma gangrenoso (0,05 por ciento), la alopecia areata (0,001 por ciento).

Chante Karimkhani, principal autora del estudio, señala que "estas patologías no sólo causan un dolor considerable, secuelas físicas y emocionales, sino que los hallazgos dermatológicos son a menudo la manifestación inicial de una enfermedad sistémica".

Por todo ello, los investigadores reclaman que este trabajo sirva como referencia a la hora de plantear estrategias de salud pública y decidir a qué cuestiones destinar los fondos. Dellavalle pone como ejemplo el impacto que "tiene la sarna en regiones del Pacífico Sur y África, lo que supone una oportunidad para investigar y ayudar a estas comunidades".

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