Desmantelada una red que falsificaba recetas para vender anabolizantes



La Guardia Civil ha culminado este pasado mes de diciembre la llamada Operación Fortis, en la que se han detenido a 11 personas por falsificar recetas médicas dentro de una supuesta organización criminal. Los sospechosos estaban siendo investigados en Granada tras el aviso interpuesto por inspectores médicos que detectaron en 2013 “recetas de anabolizantes muy extrañas a personas de avanzada edad”, según informan fuentes de la Guardia Civil. Veinte son las personas implicadas en esta supuesta organización criminal, que se ha saldado con la detención de 11 de ellas que han quedado en libertad con cargos hasta que se concrete la fecha del juicio oral, junto a otros nueve que están siendo investigados.

Los tres principales sospechosos se encargaban de sustraer y distribuir “anabolizantes, dopantes, estimulantes y tranquilizantes por un coste de 150 euros y que en el mercado negro llegan a tasarse entre los 500 y los 600 euros”, tal y como ha informado el subdelegado del Gobierno en Granada, Francisco Fuentes.“Estaba todo perfectamente detallado, un empleado de mantenimiento se encargaba de robar talonarios de recetas en centros médicos con los datos de varios pensionistas y otros dos que trabajaban en Hefagra –distribuidor farmacéutico de Granada- en connivencia con siete boticas de la capital, los enviaban al mercado negro para que vendieran esos medicamentos; eran anabolizantes con fuertes dosis de testosterona que se recetan a mujeres posmenopáusicas para el tratamiento del cáncer de mama, y que se utilizan también para incrementar la musculatura”, detallan las mismas fuentes judiciales.

La estafa al Servicio Andaluz de Salud se aproxima al millón de euros por la dispensación de estas recetas y su comercialización en el mercado negro. La jefa de Inspección Médica del SAS en Granada, Carmen González, ha resaltado el trabajo que se realiza en el control de los medicamentos "que pueden entrar en el mundo de lo fraudulento en su venta tanto en la prescripciones públicas como privadas" y en su dispensación en las oficinas de farmacias. En este caso, había medicaciones prescritas que no eran adecuadas pues la mayoría de los pacientes a los que se las prescribió eran hombres; cuando tenían "una indicación muy clara para mujeres, recalca González. Desde el Colegio de Farmacéuticos de Granada, aseguran “tener un desconocimiento absoluto de lo sucedido y valorar con la seriedad que requiere este suceso” que afecta a siete boticas del centro de la capital de Granada.

La Operación Fortis se comprende entre diciembre de 2013 y abril del 2016, momento en el que la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil descubrió que podía existir una organización criminal detrás de estas recetas médicas y que se culminó el pasado mes de diciembre con la detención de once personas: un empleado de mantenimiento de centros médicos encargado de robar los talonarios de recetas de pacientes pensionistas, dos distribuidores de Hefagra y ocho trabajadores de siete farmacias de la capital de las que solo dos de ellos eran los titulares propietarios. Los nueve investigados son, en su mayoría, auxiliares de estas siete farmacias. "Con la Operación Fortis se cierra un ciclo de la operativa de una organización estratificada en varios escalones a todos los niveles”, ha especificado el coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Granada, Manuel Llamas.

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